domingo, 7 de diciembre de 2014

BUENAS PRÁCTICAS Y GESTIÓN DE CONFLICTOS, RIESGOS PSICOSOCIALES EN LA CHG: "JAMÁS ROMPAS TODO AQUELLO QUE PUEDAS DESATAR”.

Allá por el año 2005 los expertos y profesionales en prevención de riesgos laborales alertaban a los gobiernos sobre la aparición de unos nuevos riesgos para la salud de los trabajadores. Son los riesgos psicosociales, aquellos que tienen su origen en la organización del trabajo, tan peligrosos y dañinos, o más, como cualquier otro, pero tan poco considerados como ninguno. Desde esa fecha hasta hoy se camina en circulo y es que los empresarios se niegan en rotundo a que se tomen medidas en una parcela, la de la organización de su empresa, que consideran exclusivamente suya y por eso impiden cualquier atisbo de evaluación en esa materia.

Adentrándonos en la materia:

Un documento es un escrito en el que constan datos fidedignos, que sirve de prueba o testimonio, o que proporciona una información, especialmente de carácter histórico, oficial o legal.

Un protocolo es un reglamento o una serie de instrucciones que se fijan por tradición o por convenio, que pueden ayudar a tomar decisiones en momentos de incertidumbre, contribuyendo a normalizar la práctica. En términos generales, puede decirse que se trata de un acuerdo entre profesionales expertos en un determinado tema y en el cual se han clarificado las actividades a realizar ante una determinada tarea. 

Un grupo de trabajo es una formación de profesionales expertos que recogen y canalizan las preocupaciones, demandas y aspiraciones del tema a abordar y cuyo consenso es crucial para dar resolución a los problemas reales existentes.

Esto es la teoría, vayamos a la práctica:

Como todos los años en estas fechas, el día 3 de diciembre se llevo a cabo la Jornada de Prevención de Riesgos Laborales convocada por la Dirección General de la Función Pública. Llamamiento a grupos de trabajo para clarificar documentos y protocolos a través de diversas ponencias y exposiciones:

La FSP-UGT nos cuenta en que consistió la jornada concluyendo en un titular: "Insatisfacción en la prevención y tratamiento de los Riesgos Psicosociales de los Empleados Públicos".

La situación se resume: Altísimo porcentaje de trabajadores que sufren acusadamente riesgos psicosociales. Causas, entre otras: Falta de promoción interna, Desmantelamiento de los servicios públicos.  Conclusiones: Protocolo contra el acoso Laboral insuficiente (insertamos la adaptación en el MAGRAMA), Falta de negociación en la elaboración del Protocolo contra la Violencia en el Trabajo.  

De 2005 a 2014 se ha avanzado en la elaboración de protocolos diversos pero no en su real aplicación:
  • Mantener a un funcionario sin trabajo u ordenarle tareas inútiles es considerado acoso laboral. Igual que reprenderle reiteradamente delante de otras personas, difundir rumores falsos sobre su profesionalidad o vida privada y tomar represalias si ha protestado por la organización del trabajo.
En opinión de los expertos no se consideran "acoso laboral" aquellas conductas despóticas dirigidas indiscriminadamente a varios trabajadores, en cambio esos comportamientos si pueden considerarse "violencia en el trabajo".

La violencia interna en el lugar de trabajo es la que tiene lugar entre los trabajadores, incluidos mandos y directivos, es un riesgo psicosocial que supone un peligro importante para la salud y seguridad de las personas.

Este tipo de riesgos se encuentra ligado a una deficiente organización del trabajo, la falta de reconocimiento y apoyo social, las altas o bajas cargas de trabajo, los recursos insuficientes, el clima de trabajo estresante, los conflictos de rol, los estilos de liderazgo no constructivos, los flujos pobres de información, la comunicación deficitaria y, en general, la existencia en la organización de una cultura de tolerancia a la violencia que causan problemas como alteraciones gastrointestinales, crisis de angustia, agotamiento, insomnio, tensión, dolor cervical y otras patologías más graves como depresión o infartos. En este, nuestro entorno, siempre tratan de individualizar los problemas, echar la culpa al empleado público por no saber afrontar el estrés que le puede producir su trabajo o achacarlo a sus problemas personales.

La violencia interna en el trabajo es un riesgo psicosocial que se debe evaluar y prevenir, siendo un imperativo legal establecido en la Unión Europea que en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir presuntamente han olvidado. En el mejor de los casos nuestra Administración Pública cree solucionar los riesgos psicosociales limitándose a dar cursos a sus trabajadores sobre cómo afrontar el estrés o sobre técnicas de relajación. Eso no previene nada. Se sigue sin entrar en el fondo del “asunto”: la organización del trabajo.

Como se ha dicho anteriormente, mantener a un empleado público sin trabajo, ordenarle tareas inútiles y tomar represalias si ha protestado por la organización del trabajo se considera acoso laboral, pero no lo es si son varios...o demasiados. La administración se lava las manos haciendo uso de buenas prácticas y gestionando los conflictos proponiendo cambios de residencia o dejando en estudio su colaboración con empresas externas a las que se les ha entregado el trabajo de esos empleados públicos. De esta forma "sutil" corta de raíz "el nudo gordiano".

Gordio era un simple campesino que criaba ovejas y cultivaba uvas, pero que por su aguda inteligencia se convirtió en rey de Frigia. Se dice que cuando subió al trono ató sus antiguas herramientas con lo que la historia conoce como "nudo gordiano", pero de tal manera que los nudos no podían ser desatados. Los oráculos proclamaron que cualquiera que lograra dar solución al acertijo y deshacer los nudos se convertiría en emperador.

Alejandro Magno, según se cuenta, hizo inútiles intentos de desatar los nudos, pero cuando finalmente se enfureció por su falta de éxito, espada en mano cortó con ella la cuerda, exclamando "ésa es la manera dictada por el sentido común de conseguir una cosa que se desea".

No obstante, cualquiera que sea aficionado a los acertijos, puede condenar la manera soberbia en que Alejandro Magno se las arregló para autodesignarse árbitro y concederse el premio por su absurda solución. Estableció así un peligroso precedente y estimuló una especie de delincuencia que no se ha extinguido todavía.

Es extraño que aquellos que conocen esta historia y su despreciable culminación la respalden con cierto aire de supuesto orgullo cuando han superado alguna dificultad y dicen: ¡He cortado el nudo gordiano!". 

Muchos documentos, muchos protocolos, demasiados grupos de trabajo y el "nudo gordiano".

En el año 1999 la psiquiatra, psicoanalista y victimóloga Marie France Hirigoyen, publicó un ensayo sobre la perversión de la tortura psicológica en el mundo del trabajo y la destrucción del más débil sin que se produzca ningún sentimiento de culpa.

“Basta con que un grupo, una empresa o un gobierno cuenten con uno o con varios individuos perversos para que todo el sistema se vuelva perverso. Si esta perversión no se denuncia, se extiende subterráneamente mediante la intimidación, el miedo y la manipulación […] Para atar psicológicamente a un individuo basta con inducirlo a la mentira o a ciertos compromisos para convertirlo en cómplice del proceso perverso […] La empresa en su conjunto se puede convertir en un sistema perverso: cuando el fin justifica los medios, y cuando está dispuesta a todo —incluso a destruir a sus empleados— con tal de alcanzar sus objetivos. En este caso, la mentira desencadena el proceso perverso en el mismo nivel de la organización del trabajo […]. Marie France Hirigoyen “El acoso moral”.

Conclusión: No se pueden adoptar medidas para prevenir esos riesgos que, en muchos casos, llevan a los trabajadores a unos cuadros de estrés, ansiedad, tensión o depresión de graves consecuencias, deshaciéndose del nudo gordiano espada en mano.

No deberíamos trivializar el acoso y la violencia laboral ni convertirlos en una fatalidad de nuestra sociedad. No se debe a la crisis económica actual, sino a la despreocupación del tipo de organización imperante.

"Jamás rompas todo aquello que puedas desatar”.

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