El
Día Internacional de la Mujer Trabajadora se “celebra” mientras
se siguen suprimiendo los derechos conquistados por trabajadoras y
trabajadores en Luchas pasadas. Luchas que si bien supusieron un
avance, no llegaron a conseguir derribar todos los muros que el
capitalismo levantó para defender sus intereses de opresión y
explotación de clase. Muros de injusticia y desigualdad que el
patriarcado mantiene sobre trabajadoras y trabajadores, pero que en
el caso de nuestras compañeras, amigas, madres, hermanas, … se
mide por encima de los que particularmente nos afectan a los hombres.
La
supuesta liberación de la Mujer bajo el feminismo burgués no es más
que, (como en el resto de las cuestiones elementales que confrontan
con sus intereses capitalistas), una mera declaración de intenciones
que ni quieren ni pueden llevar a cumplimiento en este sistema
económico que es el capitalismo. Por ejemplo, no sirven para
conseguir la Igualdad Salarial, (a igual trabajo que los hombres,
igual salario que ellos), la imposición de la paridad en las listas
electorales. Y aunque no esté contra las mismas, si lo estoy contra
la falsa ilusión que el feminismo burgués pretende “vender” con
la modificación de las leyes electorales, en vez de hacerlo con las
laborales, ...unas no le tocan el bolsillo (equivale a sus intereses)
a la burguesía y la otra sí. Por eso se conducen de esta forma,
intentando crear la artificiosa sensación entre las mujeres de estar
defendidas y representadas bajo el sistema económico actual.
Otra
delicada cuestión es la relacionada con la violencia patriarcal, en
la que el feminismo burgués modifica las leyes para “proteger” a
las mujeres. Sin que pueda parecer, bajo ningún concepto, mi
argumentación para aceptar o comprender la existencia en nuestra
sociedad de este machismo violento, me atrevo a criticar la solución
al mismo. Los cambios legislativos no están mal, y de la misma forma
que cambiar la legislación electoral no es la solución a los
problemas salariales, la del cambio legislativo al tratamiento de la
violencia de género no lo es para con la existencia del mismo.
Se
obvia, intencionadamente la raíz y las causas de la violencia
machista en nuestra sociedad, ya que las mismas están íntimamente
relacionadas como la forma de producción económica. Que se sustenta
y provoca, el resto de problemas presentes en la sociedad, incluidos
(claro está) los problemas que afectan singularmente a la Mujer. Sin
justificarla, como dije antes, la realidad es que nuestros abuelos,
nuestros padres, y nosotros mismos estamos aún bajo la influencia de
la ideología dominante en la sociedad, la ideología de la clase
dominante. Es decir, quien manda impone su pensamiento, o intenta
hacerlo, por todos los medios a su alcance, sobre la mayoría
social.
La
España actual es la heredera de un pasado reaccionario, misógeno,
nacional-catolicista, antisemita, anticomunista y represor de
cualquier atisbo de pensamiento crítico con el régimen que durante
40 años adoctrinó a la población. Entre sus “valores”, la
mercantilización de las mujeres, como un elemento de producción
(les proporciona la prole, es decir la nueva mano de obra para
sustituir a la vieja), las relegaba social, familiar, laboral y
económicamente a un segundo plano, (quien tenga un mínimo interés,
que consulte en lo relativo a la sección femenina de falange y
verá)… se puede decir como ejemplos que perdió su derecho al voto
y que no podía tener cuenta en el banco sin el permiso de su marido.
Grandes
avances ha sufrido la sociedad desde entonces, grandes pero
insuficientes, ya que además los mismos han sido forzados por la
Lucha Revolucionaria, y no la reformista, que es la que se ha
interpuesto entre las metas u objetivos finales, para seguir velando
por los mismos intereses que hacían, y hacen, de la mujer un
elemento más de la producción capitalista.
¿Ha
roto esta sociedad con los roles y esquemas grabados a fuego durante
estos 40 años?, ¿ha existido ruptura de los mismos por las
organizaciones que llevan desde 1977 disputándose la gestión
administrativa del sistema capitalista?, ¿es la solución a la
violencia de género perseguir, únicamente, a los maltratadores, sin
cuestionarse lo que el Estado les ha “inoculado” durante
generaciones?
Además
de la denominada violencia de género, la violencia patriarcal se
puede medir en la minusvaloración de las cualidades personales y
profesionales de las mujeres respecto a su proyección o carrera
profesional, o el acceso al empleo, así como también en el
mantenimiento de los roles que esta sociedad mantiene respecto a la
mujer y “sus obligaciones” con el cuidado de la familia, el
hogar, l@s enfermos, l@s recién nacid@s, l@s dependientes, etc... Un
claro ejemplo de ello son las madres trabajadoras, dentro y fuera del
hogar, que son víctimas de la doble explotación, con menor
salario que sus compañeros hombres en el trabajo, y con la carga
social del cuidado de los hijos e hijas.
Frente
a la consigna burguesa del Día de la Mujer, sin más apreciaciones,
es necesario seguir reivindicando este día, el Día Internacional de
la Mujer Trabajadora, el 8 de Marzo y ¡Siempre!. No es sólo una cuestión de género, también lo es
político-económica, en el capitalismo no ha solución posible a los
problemas de la mayoría social, y por lo tanto no la hay para los
problemas de las mujeres.
Hoy
es el día de las trabajadoras, que sacan adelante a sus familias y
además se ven obligadas a trabajar o buscar trabajo en el campo, o
en la ciudad, de las estudiantes que no pueden continuar siéndolo
por las trabas económicas, las desempleadas, las jubiladas y las
pensionistas, de todas las que están en Lucha por unas condiciones
de vida dignas para ellas y sus familias. No es el día de quienes
junto al patriarcado se aprovechan de la mercantilización de la
Mujer para mantener sus “intereses”, no es el día de las
Koplovich o las Leticias.
¡Acabemos con el patriarcado, derroquemos al capitalismo!
¡8
de marzo, y siempre, Día Internacional de la Mujer Trabajadora!
Antonio Pérez, delegado sindical de CTA.
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