Capacitación y profesionalidad son los argumentos que ayer blandieron el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, y el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, para justificar la colocación en la Administración andaluza de familiares de dirigentes de la Federación de izquierda, tales como el hermano del secretario general del PCE, José Luis Centella; la hija del eurodiputado Willy Meyer, o el padre de la novia del secretario general del PCA, José Manuel Mariscal. Sin embargo, el portavoz del Grupo Socialista, Mario Jiménez, se negó a dar explicaciones y no ocultó su enfado cuando ABC le preguntó por el nombramiento de su pareja, Rosa Isabel Río, como directora general de la Consejería de Agricultura.
Según Valderas, tanto Enrique Pablo Centella Gómez, nuevo director general de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional, como Amanda Meyer, secretaria general de Vivienda, son «personas capacitadas y mayores de edad» y pidió que se valoraran por el trabajo que desarrollen». Otro de los nombramientos afecta al padre de la novia del secretario general del PCA, José Manuel Mariscal.
Austeridad
El, además de coordinador regional de Izquierda Unid vicepresidente de la Juntaa, quiso poner en valor el «esfuerzo realizado por el Consejo de Gobierno con su nueva estructura, donde hay una «reducción de altos cargos cercana al 20 por ciento. Después añadió la idea es seguir reduciendo para que haya un ejercicio de austeridad y, al mismo tiempo, de eficiencia, y multiplicador en el nivel de responsabilidades», informa Ep.
A su vez, el portavoz del grupo parlamentario de IU, José Antonio Castro, preguntado por los periodistas en rueda de prensa, también defendió que los nombramientos de altos cargos por parte del Gobierno de Andalucía no se han realizado en función de que sean «hijos, primos, cuñados o hermanos de», sino atendiendo «exclusivamente» a criterios «técnicos y políticos».
«Los cargos elegidos son altos dirigentes de esta fuerza política y si me preguntan a mí, por ejemplo, Willy Meyer es el padre de Amanda Meyer y no Amanda Meyer la hija del padre», apuntó Castro, quien aseguró que Amanda Meyer es una dirigente «de hace mucho tiempo que está cualificada para el puesto».
Tras resaltar que él respeta lo que cada uno pueda pensar de esos nombramientos, insistió en que se han realizado atendiendo a criterios «técnicos y políticas exclusivamente». «No hemos tenido indicación de ninguno de estos dirigentes para que se realicen dichos nombramientos», apostilló.
Asimismo, preguntado por si cree que ello podría «empeorar» la imagen de IULV-CA ante la ciudadanía, Castro respondió que eso dependerá de la gestión que se haga y no de otro tipo de cuestiones.
Por su parte, el portavoz del Grupo Popular en el Parlamento, Carlos Rojas. advirtió ayer de que «vuelve, más fuerte que nunca, la política familiar y de la consanguinidad» al Gobierno andaluz, tras los últimos nombramientos de altos cargos.
En rueda de prensa, Rojas consideró un «auténtico escándalo» estos nombramientos y el hecho de que se «dé trabajo a los que están cerca del Gobierno. Demasiados altos cargos: el hermano de uno, el padre de la novia de otro, la prima de un tercero, el primo de un cuarto», apuntó Rojas, quien indicó que «parecen títulos de cine, pero no, son los nuevos altos cargos de la Junta».
A juicio del dirigente popular lo que ha ocurrido con estos nombramientos es «una mala noticia» para Andalucía, consecuencia, dijo, del «pacto bipartito» conformado tras las pasadas elecciones autonómicas por PSOE e IU. Y en este sentido quiso dejar claro que el partido «vencedor» en las pasadas elecciones en Andalucía, el PP-aunque sin mayoría absoluta, «jamás habría actuado de esa forma», permitiendo que en el seno del Gobierno se tomaran esas decisiones.
IU, abierta a que el Gobierno vaya a la comisión de los ERE
a.r.v.
Los partidos han empezado a poner boca arriba sus cartas a 24 horas de que el Parlamento andaluz dé luz verde a una comisión para investigar las irregularidades en los ERE. El portavoz de IU, José Antonio Castro, dejó a un lado la neutralidad y apostó por primera vez por que los miembros de los Consejos de Gobierno anteriores comparezcan, como ha pedido el PP. «Por ende, parece lógico que comparezcan también miembros del Gobierno actual, pero todo llegará más pronto que tarde», aseguró, sin despejar dos de los mayores interrogantes que planean sobre la comisión: si aceptarán también las comparecencias del presidente andaluz, José Antonio Griñán, y su antecesor, Manuel Chaves. Apeló a PSOE-A y PP-A para que «nos metamos en harina, nos arremanguemos y trabajemos lealmente en pos de la verdad».
El portavoz del PP, Carlos Rojas, saludó el giro dado por IU y juzgó «bueno que se rectifique». Tras el cese del director general de Trabajo, Daniel Rivera, consideró «aún más imprescindible» la comparecencia de Griñán. Lamentó también el freno de la Cámara de Cuentas a su auditoría sobre los ERE y pidió que no haya «ningún tipo de cocina». Se volvieron a poner de manifiestonuevas discrepancias de IU con su aliado de Gobierno. El portavoz del PSOE, Mario Jiménez, insistió en evitar que Griñán y Chaves comparezcan, porque «no aportaría nada».
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