Los trabajadores rechazamos esta institución parasitaria que vive a costa de exprimir al pueblo. Los cínicos mienten a conciencia diciendo que la monarquía sirve al pueblo, cuando es de la explotación de los trabajadores y del pueblo de donde salen sus privilegios, siendo éstos los que nos llevan a la ruina colectiva.
Ante la abdicación de Juan Carlos de Borbón que ejerció como rey de España desde su designación por el fascista Franco, la Coordinadora Sindical de Clase (CSC) se indica lo siguiente:
Lo que se llamó la transición española, no fue más que un descomunal fraude a la clase obrera y a las capas populares de los pueblos de Estado Español, culminando con la imposición de la monarquía que se ha mostrado como un fraude a lo largo del tiempo, con todos los privilegios que encierra esta institución de origen feudal. La corrupción que se crea en y desde la casa real, ya es imposible de ocultar. En este sentido, los grandes escándalos de estafa, corrupción y crímenes de estado como los GAL, siempre recayeron las sospechas fundadas de que tenían el origen en la misma casa. De unas se ha podido chafar y de otras no, incluido el 23 F.
En la transición se conforma el poder de los grandes capitales, de la oligarquía más rancia y reaccionaria que hunde sus raíces en las familias más ricas, parasitarias y opresoras que se conformaron antes de la 2ª República, que dieron el golpe de estado contra las libertades y la democracia en el 36, cobijando la dictadura y los crímenes franquistas durante 40 años.
Por eso la transición, con el rey a la cabeza, dejó impunes a los asesinos y en las cunetas los cadáveres de los más gloriosos luchadores del pueblo.
Ese es el carácter real del tan “demócrata” y “servidor” de España que deja el trono forzado, para traspasárselo a un heredero de su misma calaña dando continuidad al negocio de la casa.
Desde el principio, pero mucho más en el último periodo, vivimos, o mejor dicho, sufrimos la gran mentira, la estafa, el nepotismo y la represión de un régimen que nos sitúa bajo los parámetros de la dictadura del capital, un instrumento eficaz para la explotación de la clase obrera, haciéndola llamar, sin serlo, “democracia”.
El mazazo que ha hecho a muchos y muchas bajarse de la nube, destrozar el cuento del principito, se llama 6.000.000 de parados, dos tercios de los que trabajan son precarios, centenares de miles de desahucios, más del 50% de la juventud en paro, casi tres millones de niños que pasan hambre, el 20% de la población en riesgo de pobreza, privatizaciones y recortes en sanidad y educación, liquidación de conquistas como la negociación colectiva…
De toda esta miseria en un país próspero como es el nuestro, sí tiene responsabilidad el jefe del estado junto a los parásitos y explotadores que le rodearon (los grandes banqueros y empresarios, los gobiernos, incluido el más embustero, reaccionario y agresivo de Rajoy…) Además ejercido sin ninguna cortapisa, pues es inmune según la constitución “democrática”, aun cuando hubiese cometido los crímenes más horrendos.
Es a ese grupo social, junto a la jerarquía eclesiástica, al que la casa real, la antigua y la heredera, representa. El mismo grupo social y sus instituciones que provocaron la crisis, los que se enriquecieron antes y durante la crisis, los mismos que crearon miseria antes y mucho más con la crisis.
Es para este grupo social, para mantener y aumentar sus ganancias y sus privilegios, para el que se hacen todas las contrarreformas laborales, los recortes en todos los sectores sociales, las privatizaciones, se rebajan lo salarios y pensiones, ejerciendo desde el poder la represión laboral y policial para imponer los retrocesos.
Desde la CSC rechazamos cualquier lavado de cara por el que están apostando los grandes capitales utilizando su monopolio de propaganda que controlan (todos los medios de comunicación), al igual que sucedía en la dictadura fascista, presentando como algo distinto a Felipe de Borbón, cuando es la misma antigualla de una institución de la Edad Media que defiende los mismos intereses que defendió el que acaba de abdicar.
Los trabajadores rechazamos esta institución parasitaria que vive a costa de exprimir al pueblo. Los cínicos mienten a conciencia diciendo que la monarquía sirve al pueblo, cuando es de la explotación de los trabajadores y del pueblo de donde salen sus privilegios, siendo éstos los que nos llevan a la ruina colectiva.
Para la CSC la solución pasa por una profunda transformación social para liberarnos de los grandes capitalistas, constituidos en monopolio del poder económico, político, jurídico, mediático y represivo, siendo ese poder de monopolio con el rey a la cabeza, el que atenaza, oprime y sangra al cuerpo social con la ayuda, la corresponsabilidad y la sumisión al mismo poder oligárquico e imperialista que se conforma con la Unión Europea y el Euro.
Es el momento de poner en cuestión el fondo del problema. La crisis cíclica de sobreproducción que comienza en 2008, dentro de la crisis general del régimen del sistema capitalista, está siendo utilizada por los poderes parasitarios para concentrar en sus sucias manos, aún más, todo el poder, relegando a los trabajadores a ser más explotados, más sumisos y a no intervenir en política.
Ninguna de estas pretensiones se puede sostener en el tiempo. La clase obrera reclama y exige el poder político, por ser la que produce todo y por eso le pertenece, pero también porque, si no conquista el poder político, el capitalismo en su etapa imperialista, esclaviza a los trabajadores y a la inmensa mayoría de la sociedad.
El sindicalismo de clase que estamos construyendo camina con determinación en la dirección de la liberación de la clase obrera. En organizar dentro de las empresas secciones sindicales y comités de empresa que luchen contra las privatizaciones, los expedientes de regulación de empleo, los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales, para dar la vuelta a la actual situación de retrocesos, que los gobiernos anteriores y éste en particular, están imponiendo de forma dictatorial. Sabemos de las dificultades y de la resistencia que opondrán los que viven solo a costa nuestra, pero es el único camino y estamos decididos a transitarlo.
Ante la abdicación y el indecente lavado de cara de un sistema agónico y corrupto, necesitamos más conciencia política, mas organización, más lucha para que la clase obrera y las capas populares sean el centro político, social, cultural y de poder, de una sociedad, así sí, con futuro.
Viva la lucha de la clase obrera
Por el sindicalismo de clase
Ningún lavado de cara al poder corrupto que gobierna
En los trabajadores está la solución y el futuro
http://www.wftucentral.org/csc-la-monarquia-en-espana-es-un-parasito-en-retirada/?lang=es
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