miércoles, 3 de junio de 2015

DIA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE…EL MEDIO AMBIENTE LABORAL…ACOSO, DERRIBO Y EXCLUSIÓN…ELECCIONES SINDICALES EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.




P.E.P.A Andalucia




 Coincidiendo con las celebraciones del 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, Greenpeace ha hecho público un informe denominado "Radiografía social del medio ambiente en España". En el informe se identifican un total de 400 puntos negros de todo el país, 80 de ellos en Andalucía.


La Organización Ecologista ha ido más allá y, por primera vez, en su informe refleja las duras consecuencias sociales que tienen las agresiones al medio ambiente en todas las comunidades autónomas. 

Así, por ejemplo, ha establecido el vínculo entre las infraestructuras inútiles y los escándalos por corrupción y el despilfarro de dinero público; también entre una política energética dictada por las eléctricas y las enfermedades y pobreza energética, o entre la gestión forestal y las privatizaciones y la pérdida de derechos laborales.

Respecto a la corrupción, si bien la costa ha sido el principal escenario donde la destrucción del medio ambiente ha venido precedida de escándalos urbanísticos, estos también se han producido en el interior. Solo en 2011 se iniciaron 1.754 procesos judiciales relacionados con supuestos actos ilegales de ordenación del territorio y planificación urbana y se dictaron 408 condenas.

Por lo que a los recortes medioambientales se refiere, además del retroceso sufrido por la Ley de Costas y los recortes en sectores como la prevención y extinción de incendios, destaca la tendencia nada nueva por la privatización de la gestión del agua que ya afecta a la mitad de los municipios del país.  

Que la crisis económica se ha llevado por delante en España derechos sociales, recortes de servicios públicos y pérdida de calidad de vida de la ciudadanía (incluida su salud) no lo pone en duda nadie. Lo que para la mayoría de españoles ha sido y siguen siendo tiempos muy duros, para unos pocos (más de los que se creé) ha supuesto una oportunidad para sacar tajada. Y resulta curioso como gran parte de los casos de corrupción, trato de favor y prevaricación se hayan cimentado en el expolio de nuestro entorno.

La probidad, en términos generales, es la rectitud y moralidad a que tiene que ajustarse la conducta humana, y en lo público, la que debe observarse en el ejercicio de funciones públicas.

El Diccionario de la Real Academia Española dice que "Corrupción" es la acción y efecto de corromper o corromperse. Una segunda acepción, más vulgar, la hace sinónimo de alteración o vicio.  

Una especificación del sentido de la voz "corrupción" lleva la consideración de la alteración o vicio al soborno (dádivas para conseguir de alguien algo mediante el trastorno o trastoque de lo normal), o a la perversión que lleva a perturbar lo normal.

El comportamiento de un servidor público merecería de ser tachado de corrupto cuando se conjuguen los aspectos correspondientes a la ética que le es exigible en la función que desempeña y la del concepto vulgar de corrupción.

Por consiguiente, y por un lado, si la probidad pública comprende la misión fundamental del Estado y por lo tanto de sus empleados públicos de reconocer, amparar o proteger e incentivar los derechos de los gobernados y además de estar al servicio de las personas, como asimismo de ajustarse en la conducta a los elementos de juridicidad, eficiencia, probidad y racionalidad; y por otra parte, si la corrupción significa alterar o trastocar la normalidad de la conducta debida por el empleado publico, habría que concluir que quien desempeña funciones públicas incurre en la corrupción cuando con su conducta altera o vicia los deberes antes señalados.

En toda sociedad se convive con personas que faltan a la ética pública. Esto no significa que la sociedad entera o que el Estado sean corruptos.


Para poder propugnar un juicio sobre corrupción generalizada en el Estado, habría que encontrar la alteración de los deberes de los servidores públicos en el Congreso, en el Poder Judicial, en el Gobierno, en la Administración del Estado y en los Órganos Fiscalizadores y en todos estos sectores hallar una cantidad apreciable de casos de tal especie.


No obstante a lo precedentemente indicado y aunque no sea una corrupción generalizada, ésta debe desterrarse y, sobre todo, debe detenerse su propagación.


Visto lo cual, el empleado público, quien, en términos generales, compromete la acción y omisión del Estado, se encuentra en el deber de reconocer, proteger o amparar e incentivar los derechos inherentes de los miembros de la comunidad y de su ejercicio.  


Los servidores públicos, además, y como su nombre lo indica, se encuentran al servicio de las personas, debiendo promover el bien común. 

Lo mismo expuesto con otras palabras: todo aquel que preste sus servicios al Estado en esa condición debe poseer una vocación de servicio público que al observarse otorga a los empleados propiamente la calidad de servidores públicos.

En relación a este punto, es preciso considerar, especialmente en la selección o reclutamiento del personal, no sólo el mérito profesional y técnico de los postulantes, sino preponderamente la condición ética que los solicitantes a cargos o funciones públicas deben poseer.

Durante la carrera y promoción corresponderá que el personal sea capacitado y perfeccionado para el desempeño de sus funciones y dentro de los cursos respectivos no podrá estar ausente la enseñanza de la ética. Por otra parte, se hace indispensable un sistema racional, objetivo y equilibrado de calificación del desempeño del empleado público.

Se supone asimismo que en el ejercicio de las funciones del Estado debe existir una eficiencia operacional y funcional, vale decir, tanto en lo que concierne al manejo de los recursos, cuanto en lo que toca a las otras actividades de la entidad estatal de que se trate.

Pero he aquí que en el Estado, sea cual sea la Administración Pública, también se dan conductas reñidas con la rectitud y moralidad a que tiene que ajustarse la conducta humana; el nepotismo, el favoritismo político, los negocios incompatibles y los paralelos, el tráfico de influencias, el clientelismo, la satisfacción de los egoísmos personales, etc, dejan aparcadas la integridad y la honradez y, por supuesto, la transparencia.

La probidad supone en la conducta del empleado público la racionalidad que significa, además de la marginación de la arbitrariedad o capricho, la adopción de criterios de justicia y rectitud que disciernan lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso

Y ello no debe llevarse a cabo solamente en la esfera del ejercicio de sus funciones sino también en la esfera social y en la esfera laboral.

Esa falta de justicia y rectitud, el no discernir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso… lleva a lo que, llamaremos, un medio ambiente laboral insalubre, que rezuma inmoralidad por los cuatro costados, impropia de un servidor público, y así ocurre cuando en pleno proceso de elecciones sindicales en la Administración Pública y ante la oxidada maquinaria de los sindicatos "más representativos", cada día más desprestigiados, más ajenos a las preocupaciones de los empleados públicos, encerrados en sus torres de marfil de las liberaciones perpetuas y la vida cómoda, éstos se olvidan de la protección de los valores fundamentales de las personas y del patrimonio público, marginando criterios de arbitrio, olvidando también que se encuentran ahí para defender a aquellos trabajadores que no tienen más remedio que poner sus expectativas laborales en ellos, obviando que deben promover el bien común y pasando por alto que la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional dice que la “mayor representatividad” de un sindicato no puede llegar a excluir a otros sindicatos que no tengan esta posición jurídica de “mayor representatividad”, pese a esto último utilizan la manipulación en unos casos, el acoso y derribo en otros casos y, en otros, la exclusión del proceso electoral, a aquellas candidaturas de trabajadores libres e independientes.

 
En fin, dicho todo lo anterior y observando con interés las últimas noticias: La protección ambiental y la protección del "medio ambiente laboral" sigue sin ser prioritaria.



http://plataformaaguapublica.blogspot.com.es/2015/06/dia-mundial-del-medio-ambienteel-medio.html

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