La Junta encargó a una empresa afín dos contratos millonarios tras rechazar 12 ofertas muy baratas
SEVILLa- Al empresario que dijo haber entregado un sobre con 30.000 euros a un alto cargo socialista del Ayuntamiento de Sevilla no le falta trabajo en la Junta de Andalucía. Sea cierta o no esa «contribución para el PSOE» –eso es precisamente lo que está tratando de dilucidar la juez Mercedes Alaya con la «Operación Madeja»–, una de sus empresas ha sido «regada» desde entonces con dinero público en forma de contratos millonarios. Ya no solo a nivel municipal, que es donde manejaba sus influencias el único encarcelado en esta rama del «caso Mercasevilla», Domingo Enrique Castaño.
Fitonovo SL, el buque insignia del empresario Rafael González Palomo, factura en torno a 41 millones de euros, según el último balance de cuentas presentado. De ellos, buena parte se los debe a las administraciones públicas. La dirección general de infraestructuras, dependiente de la Consejería de Fomento y Vivienda –la anterior Obras Públicas– aglutina el grueso de esos encargos, unos seis millones, como ya adelantó LA RAZÓN de Andalucía.
De ese organismo salieron los dos contratos por valor de 3,5 millones de euros –2,4 y 1,1 millones– por los que Fitonovo asume la conservación vegetal de prácticamente la mitad de las carreteras andaluzas. Para adjudicárselos, Fitonovo se enfrentó con otras empresas, aunque el camino quedó expedito al excluir la Junta a la mayoría de sus competidoras –hasta doce, seis en cada uno– por presentar ofertas demasiado baratas, lo que en la Ley de Contratos Públicos se conoce como «baja temeraria» o «desproporcionada». Así se desprende de las resoluciones emitidas por la Consejería en su día, que fijó la referencia en un exceso del 5% sobre la media de las ofertas válidas.
En uno de los casos, la sociedad investigada por la juez Alaya llegó a reducir el coste previsto por Obras Públicas en más del 20%. De haber concurrido en solitario, la oferta de Fitonovo habría sido desestimada, según estipulaba el pliego de condiciones –al rebasar el límite del 15% de rebaja respecto al presupuesto de licitación–. Al competir más empresas, su propuesta llegó a ser la mejor valorada, dejando fuera a media docena que optaron por «tirar» los precios para tratar de arrebatarle los trabajos que ya venía desarrollando desde dos años antes. La mesa de contratación ni siquiera admitió esas propuestas. ¿El motivo? La «presunta desproporcionalidad» y que no consideró su viabilidad «justificada de manera satisfactoria».
Fitonovo resultó ganadora con 47 de 100 puntos posibles, lo que le reportó 1,4 millones de euros. En el segundo, obtuvo 94,7 sobre 100 puntos y 1,1 millones.
UNA LARGA RELACIÓN
El crecimiento empresarial y económico de Fitonovo SL ha estado vinculado estrechamente con su actividad para el Ayuntamiento de Sevilla. Comenzó siendo una pequeña sociedad dedicada a las semillas y los fitosanitarios y se ha convertido en un negocio rentable que aborda un sinfín de tareas. Su primer gran contrato con el Consistorio de la capital fue la conservación de buena parte de los parques y jardines públicos. A ello sumó el suculento reto de asumir la instalación y conservación de las áreas de juegos infantiles. Todo ello, durante la larga etapa socialista, encabezada por el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín. Además de sus supuestas relaciones con Domingo Enrique Castaño, ex asesor de Monteseirín y también director de Vía Pública, fructificaron otros muchos proyectos laborales cuyo alcance económico está recopilando el actual Gobierno del PP, atendiendo a la petición realizada por el juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla. Mercedes Alaya quiere saber a cuánto ascendió la cifra entre 2004 y 2009. Sólo en el distrito Macarena, se benefició de obras por valor de 1,2 millones entre los años 2007 Y 2008.
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