La recomendación, citada por el diario proviene del comisario europeo de asuntos económico, Olli Rehn, quien a su vez se hace eco con entusiasmo digno de mejor causa de la más reciente de las acostumbradas fórmulas de horca y cuchillo del Fondo Monetario Internacional.
Y en su defensa receta que España se someta a la misma medicina que se aplicó en Letonia e Irlanda, con resultados tan dramáticamente palpables como haber lanzado a la población de ambos países al borde la pobreza, en el primer caso en una proporción del 40 por ciento. Aún así el desenfadado funcionario las califica de “exitosas”, desatando indignación entre expertos de la nación ibérica, que lo consideran un insulto a 45 millones de españoles.
Con un paro del 26 por ciento, pensiones recortadas, aumentos de impuestos y alza de los precios, a burócratas y magnates del mundo financiero, principales responsables de la crisis por la que atraviesa Europa, sólo se les ocurre otra vez, como en el caso de Grecia, seguir descargando el peso sobre las espaldas de los trabajadores.
Para los más desfavorecidos horca cuchillo. O como se diría en versión adaptada a una expresión muy criolla, que la culpa siempre la pague el totí.
El director del grupo Justicia Social, de Irlanda, Séan Healy apuntó al respecto que “la política de austeridad ha generado la mayor transferencia de recursos de clases medias y bajas a las altas en la historia del país. Los ganadores han sido las empresas, sobre todo las multinacionales, y los ciudadanos más acomodados”. Y a este engendro socioeconómico se le quiere catalogar de exitoso
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