Hace años el entonces Viceconsejero
de Medio Ambiente Juan Jesús Jiménez Martín (que fue Consejero Delegado de
la subrogada EGMASA) manifestaba, con motivo de la prolifera reordenación del
sector público andaluz (Ley del Enchufismo) y ante cientos de empleados
públicos de la extinta Agencia Andaluza del Agua, "Yo sí sé cómo han entrado los míos, pero ¿cómo han entrado
ustedes?".
El 9 de noviembre de 2014 el periódico El País
publicaba un artículo de opinión rubricado por el escritor Antonio
Muñoz Molina titulado "La corrupción y el mérito", en el que
se plasma que es necesario "un
gran acuerdo político para despolitizar la administración y hacerla de verdad
profesional y eficiente, garantizando el acceso a ella por criterios objetivos
de mérito; …alentando el mérito en vez de entorpecerlo…" que "contra los manejos de un político
corrupto o los desastres de uno incompetente la mejor defensa no son los
jueces: son los empleados públicos que están capacitados para hacer bien su
trabajo y disponen de los medios para llevarlo a cabo, que tienen garantizada
su independencia y por lo tanto no han de someterse por conveniencia o por
obligación a los designios del que manda."
El artículo sigue estando
expuesto en nuestras páginas y es destacable el entorpecimiento de ese mérito
por "el hormiguero de los arrimados,
los colocados, los asesores, los asistentes, los chivatos, los expertos en
nada, los titulares de cargos con denominaciones gaseosas, los emboscados en
gabinetes superfluos o directamente imaginarios"
En la Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir, cuyo grueso de empleados públicos proviene de la extinta
Agencia Andaluza del Agua sufriendo avatares y consecuencias de ilegalidades
contra el ordenamiento jurídico, se ha instalado, como orden natural de las
cosas, el hormiguero anteriormente descrito, gracias a la multiplicación de "Pliegos
de Servicios para todo"…para todo aquello que usurpa y privatiza sin garantías legales las funciones propias de
la administración.
La contienda iniciada por los
"Niños de la Cruz" contra la "Ley del Enchufismo", aquellos
que clamaban al cielo ante las manifestaciones del Viceconsejero se ha
convertido en un "enchúfame a mi niño" con consecuencias vergonzosas.
Esos pliegos de servicios, destinados a la contratación de personal externo, ante
la carencia de empleados públicos y la no apertura de oferta de empleo público,
que debiera ser personal cualificado y con experiencia demostrable según consta
en cada uno de esos pliegos, se están utilizando como "coladero" para
la contratación de personas sin experiencia alguna por el simple hecho de ser
familia de…cuya inhabilidad, torpeza e incapacidad ocasiona algún que otro
desastre, dando como resultado, por boca de un adjudicatario de esos pliegos, "yo no tengo responsabilidad sobre el
tonto que me impone la Confederación". Una deshonra para los
servidores públicos que tira por tierra todo aquello por lo que se iniciaron
las reivindicaciones y una incoherencia de las palabras del adjudicatario si no
existe, según los gestores del Organismo y del Gobierno, irregularidad alguna
en las licitaciones y adjudicaciones de los pliegos.
"Unos serán cómplices de la corrupción y
otros no, pero todos contribuyen a la atmósfera que la hace posible y debilitan
con su parasitismo el vigor de una administración cada vez más pobre en
recursos materiales y legales y por lo tanto más incapaz de cumplir con sus
obligaciones y de prevenir y atajar los abusos."
Lo
asombroso es que en semejantes condiciones aún quedan empleados públicos en la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que siguen cumpliendo con
dedicación y eficacia admirables las tareas vitales que les corresponden y que
han puesto por bandera la ética, la imparcialidad, la independencia y la transparencia.
http://plataformaaguapublica.blogspot.com.es/2015/01/como-han-entrado-ustedes-el-merito.html
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